sábado, 11 de junio de 2011

Reflexiones adentro de un vaso

Fue un mundillo que existió solamente por una fracción de segundo gracias a la imagen que la luz formaba en el líquido... te frío para ser más específico. Otros elementos que propiciaron esta visión fueron la posición del sol, la incidencia de su luz sobre las persianas que compró mi mama, el tragaluz construído por mi abuelo, y las sombras de las plantas que cuida mi abuelita... todo eso adentro de un vaso.

Es más:

Declaro el evento recién sucedido adentro del vaso patrimonio de la humanidad!

¿Qué tuvo que suceder para que existiese el té frío? China, año 2737 AC. Dicen por ahí que en el palacio real siempre se hervía el agua por una cuestión de higiene. Un día, casualmente (eso de casualidad no me lo creo) cayeron hojas de té en el agua hirviendo. El olor que desprendieron era fragante y el propio emperador quiso probarlo. Eso fue en china. Luego por influencia cultural el té viajó a la India (hasta ahí todo bien). Las altas temperaturas hacen que surja una variación y el té comienza a prepararse frío. Las cosas empiezan a bizarrearse un poco y de un momento a otro la india es sometida por los ingleses. El colonizador se apropia de la cultura explotada y en dos monazos el té se vuelve popular en el Reino Unido. De ahí es natural que pase a los Estados Unidos, donde obviamente le agregan mucha azúcar y lo comercializan. God Bless América! El resto de la historia es bien sencilla: el té llega a la sucursal de Estados Unidos en Centroamérica: Costa Rica.

Eso fue el té frío. Ahora le toca el turno a las persianas. Como cualquier persona podría suponer, las persianas provienen de Persia. No sucede eso con su nombre, ya que este proviene del francés persienne, que significa (valga la redundancia) de Persia. Luego fueron perfeccionadas en una tierra de mercaderes: Venecia. No estoy muy seguro de la ruta que siguieron las persianas para llegar a la ventana de mi cuarto... probablemente la góndola de algún mercader de persianas fue arrastrada por los vientos y llegó a tierras ticas... al menos eso quisiera creer. Pero me da la impresión de que sufrieron algo parecido al té frío: llegaron a la tierra de los sueños, yes, sir!, en donde se construyó una fábrica dedicada exclusivamente a producir persianas en serie.

Se están perdiendo las ceremonias con baile y música para tomar té; nuestras persianas no son hechas a mano, y el puto calentamiento global fue el causante de mi sed. Todo gracias a los papeles verdes. Gracias dinero por hacer de nuestra vida algo tan sublime!

Pero todavía quedan soles en muchos lugares del espacio... quedan muchos atardeceres, abuelos que construyen con sus manos, abuelas que aman las plantas.. y quedan antiguas canciones.

2 comentarios:

tehellet dijo...

buen texto mae, buena leída.

SebasR dijo...

aro nico! buena nota

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